Escuchaste últimamente hablar del Síndrome de
Intestino Irritable? O quizás “Colon irritable”? Acá te contamos lo que es y el
papel de la alimentación en el mismo.
¿Qué
es el Síndrome de Intestino Irritable?
Es un trastorno funcional digestivo (significa
que no hay daño en ninguna estructura del intestino) con gran impacto en la calidad de vida de las
personas que lo padecen.
¿Cuáles
son los síntomas?
El dolor y la distensión abdominal son
característicos y están asociados a modificaciones en el ritmo evacuatorio como
son el estreñimiento y/o diarrea. Es muy importante que el diagnóstico
sea hecho por un profesional, ya que hay que cumplir ciertos criterios.
¿Cuáles
son las causas?
En relación a sus causas, estarían involucrados
factores como el estrés, alteraciones en la flora intestinal, infecciones y el
ambiente, entre otros. Los alimentos consumidos pueden estar relacionados con
la sintomatología. Hay muchos estudios que avalan esta relación.
¿Cómo
es el tratamiento?
El tratamiento es Interdisciplinario, y el
aspecto nutricional es parte del
abordaje integral de la enfermedad.
Por lo tanto, hablemos de Nutrición. Como cada individuo tiene particularidades
que lo caracterizan, en el síndrome de intestino irritable puede haber gran
variedad de alimentos percibidos como desencadenantes de malestar. Algunas
personas refieren mejorías con pautas como distribuir la comida del día en
proporciones similares en un número de 5 a 6, para evitar comidas muy abundantes, limitar el
consumo de alcohol, cafeína, alimentos fuertemente condimentados, alimentos
ricos en grasa y productores de gas y control de la fibra dietética. Sucede que
en otras personas estas pautas no resultan efectivas para aliviar la
sintomatología y en los últimos años se ha intentado otro abordaje alimentario,
este consiste en la Dieta baja en FODMAP.
Qué significa esto? Se trata de una
dieta con varias fases, donde se elimina el consumo de alimentos con alto
contenido de FODMAP, ya que se presumen causantes de los síntomas por sus
efectos a nivel intestinal. Se trata de un grupo de componentes dentro de los
cuales tenemos a la lactosa, la fructosa en exceso, polialcoholes, fructanos y
galactanos. Estos se encuentran en variedad de alimentos. La dieta de exclusión
tiene 3 fases: la primera consiste en la eliminación del consumo de alimentos
ricos en FODMAP por un periodo variable que puede ser entre 2 y 6 semanas para
mejorar el control de los síntomas. La segunda fase consiste en la
reintroducción de cada tipo de FODMAP para testear su tolerancia individual que
puede variar según cantidad consumida, frecuencia, con qué otros alimentos se
acompañe y de la presencia de otros factores desencadenantes de síntomas como
el estrés. Por último la fase de mantenimiento. La idea es que las
restricciones alimentarias sean transitorias y las mínimas posibles llegando al
máximo nivel de tolerancia. Es muy importante el consejo dietético por parte de
un licenciado en nutrición para el abordaje del aspecto alimentario involucrado
en la enfermedad.
Equipo
Nutricional adecua tu alimentación para contribuir al tratamiento integral y
mejorar tu calidad de vida. A través de consultas presenciales, online y/o
videoconsultas.
Por.
M. Florencia Armani
Nutricionista de Staff de Equipo
Nutricional
Lic. en Nutrición - M.N 6651
“NUTRICION ADECUADA
A VOS”
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