Hoy en día se
habla mucho sobre la importancia de la salud intestinal y cómo influye en la
salud integral de las personas. Acá queremos contarte un poco más sobre esto y
cómo, hasta la fecha, hay información de que puede relacionarse con la
actividad física o deporte que realizas.
Primero,
vamos a definir ciertos términos que pueden generar confusión: microbiota,
prebiótico, probiótico y alimentos fermentados.
Microbiota: se trata del conjunto de todas las familias de microorganismos
que pueden residir en superficies o en cavidades del cuerpo. Por lo tanto, no
sólo tenemos microorganismos en el tubo digestivo (llamada microbiota
intestinal), sino también en otras partes del cuerpo como la piel y cavidades
como la boca, oídos, etc. La composición de la microbiota varía de persona en
persona y depende de varios factores como: la forma en la que nacimos (parto
vaginal o cesárea), consumo de leche materna, uso de antibióticos, ambiente en
el que vivimos, convivencia con animales, la dieta y hábitos de vida, entre
otros.
Prebióticos: son sustancias presentes en los alimentos que van a ser transformados (fermentados) por los microorganismos del intestino produciendo sustancias y cambios que pueden ser beneficiosos para la salud. Un ejemplo de éstos son algunos tipos de fibras presentes en la mayoría de los vegetales, frutas y legumbres.
Probióticos: son microorganismos vivos que, pueden ser vehiculizados con algunos alimentos y al estar en cantidades adecuadas, llegan al intestino vivos y ejercen acciones benéficas para la salud. Están presentes en algunos yogures (Ej. Lactobacillus Bulgaricus). Cuando en un mismo alimento se combinan prebióticos y probióticos, decimos que estamos frente a un alimento “simbiótico”.
Alimento fermentado: es un alimento en el cual ciertos microorganismos produjeron un proceso llamado fermentación (transformación de sustancias de ese alimento en otras) y este proceso le da características distintivas. La fermentación es una técnica culinaria de hace miles de años.
Estas definiciones son las que hay hasta la fecha, ya que se trata de un campo en constante estudio. En base a lo dicho, es importante conocer que los probióticos no son sinónimo de alimentos fermentados. Por ejemplo, el chucrut es un alimento fermentado, sin embargo, no es un alimento probiótico. ¿Por qué? Porque para que algo sea probiótico implica que el microorganismo llegue vivo al intestino y que tenga una acción benéfica para la salud que haya sido demostrada científicamente. Esto no se da en el chucrut porque los microorganismos del ambiente que generan el proceso de fermentación se incorporan sólo para este proceso, del que resulta un alimento tan rico y no, para un beneficio en la salud. Sin embargo, los alimentos fermentados, tienen el potencial de aportar una gran variedad de microorganismos que podrían tener efectos beneficiosos para la salud por más que todavía no haya sido demostrado. Otros ejemplos son los panes de masa madre fermentada.
¿Y por qué se dice que los prebióticos, probióticos y alimentos fermentados ayudan a mejorar la salud de las personas? Se dice esto porque pueden hacer que la microbiota intestinal sea más abundante y más diversa y, por lo tanto, mejorar la salud integral. Esta mejora se daría porque estos microorganismos que alojamos en el cuerpo, cuando están en equilibrio, ayudan a combatir otras bacterias que pueden ingresar al organismo y ser perjudiciales, mejoran el ambiente intestinal, refuerzan la barrera de defensa del intestino evitando que sustancias extrañas ingresen al medio interno y ayudan a regular la inflamación, entre otras actividades.
¿Y qué pasa con el deporte y la actividad física? Como dijimos, la microbiota se ve influida por muchos factores ¿Te sorprende que uno de ellos sea la actividad física? Me imagino que no. Se han hecho estudios en los cuales se analizó la microbiota (se realiza mediante el estudio de los microorganismos que hay en la materia fecal) de personas que practicaban el mismo deporte y se encontraron diferencias en comparación con quienes no. Una posible explicación, podría ser que la contracción muscular y el consumo de oxígeno de la actividad tendrían estos efectos. El tema debe ser estudiado con mayor profundidad. Sin embargo, es una razón más para señalar los beneficios de la realización de actividad física para el organismo.
Por lo tanto ¿Cómo influimos positivamente en la microbiota y en la salud intestinal e integral? Acá van 4 consejos fundamentales:
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Tener una alimentación en la que no falten las plantas: consumir
abundantes y variadas frutas y vegetales en el día. Sumando legumbres, frutos
secos, cereales integrales y semillas. Así te asegurás el aporte de distintos
tipos de fibra con función prebiótica
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Incorporar alimentos fermentados: se puede probar con kéfir,
kombucha, chucrut, panes o alimentos a base de legumbres o cereales fermentados
como pan de masa madre.
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Realizar actividad física diariamente
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No automedicarse con antibióticos. Consumirlos solamente con
indicación médica cuando sean necesarios
En Equipo Nutricional personalizamos estas recomendaciones acordes a tus gustos, hábitos, estado de salud, composición corporal y tu deporte y/o actividades.
Por M. Florencia Armani
Nutricionista de Staff de Equipo
Nutricional
Lic. en Nutrición M.N 6651
“Nutrición Adecuada a Vos”
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