En los últimos años, algunos estudios científicos vienen arrojando evidencia a favor de una tendencia dietética diferente: la del ayuno intermitente. Esta práctica sustenta sus bases en los modelos de alimentación de la prehistoria, donde se alternaban períodos de ayuno y de alimentación. En la actualidad, este modelo se postula como una herramienta para la prevención y el tratamiento de enfermedades crónicas como diabetes y obesidad, entre otras, y también favorece la regulación de las hormonas que intervienen en la saciedad.
Ahora bien, ¿Que entendemos por ayuno intermitente (AI)?
Este tipo de ayuno se define como una
abstinencia voluntaria de alimentos y bebidas
por períodos específicos y recurrentes, es decir, establece intervalos
de tiempo determinados para comer.
Existen diferentes formas, siendo las
más conocidas: la que propone un ayuno de 16 horas y la ingesta de alimentos
durante las 8 horas restantes y el ayuno de 2-3 días por semana o también
conocida como dieta 2:5 que implica la restricción de energía durante dos días
no consecutivos por semana y comer sin restricciones durante los otros 5 días.
La aplicabilidad de
esta herramienta genera controversia, ya que la realización de un plan de
alimentación basado en 4 a 6 comidas diarias está muy arraigada culturalmente. Por
otra parte, este tipo de alimentación no está indicado en pacientes con
trastornos de la conducta alimentaria, tendencia al estrés y ansiedad.
Los estudios
realizados en seres humanos en relación a la eficacia de esta herramienta son
muy limitados y no existe información suficiente para generar recomendaciones
basadas en la evidencia. Además, no hay uniformidad en cuanto a las formas de
ayuno utilizadas, el número de casos es muy chico y se desconocen sus efectos a
largo plazo.
¿Qué pasa con el AI
en deportistas y personas físicamente activas? La aplicación del
ayuno intermitente no evidencio beneficios extras para el rendimiento deportivo
y muy pocos estudios evaluaron la variación de la masa muscular, en lugar del
peso corporal. Si bien se presenta como una alternativa más, un plan de
alimentación saludable resulta ser más adecuado de integrar con el
entrenamiento y recuperación.
Desde Equipo
Nutricional consideramos que las dietas donde el hambre y las prohibiciones son
moneda corriente, no permiten una relación saludable con la comida. Existe la
creencia popular de que un descenso rápido de peso es el éxito del tratamiento.
Es hora de desprogramarnos de esta mentalidad de “dieta” y empezar a sintonizar
con nuestras propias sensaciones corporales de hambre y saciedad, y también una
oportunidad para entender que el placer también forma parte del acto complejo
de comer. Cualquier plan de alimentación individualizado requiere del
asesoramiento y acompañamiento de un licenciado en nutrición para obtener los
mejores resultados, reduciendo cualquier mínimo riesgo.
Silvina Mayo
Nutricionista de Staff de Equipo Nutricional
Lic. en Nutrición M.N 7450
Antropometrista
“Nutrición
Adecuada a Vos”
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