El golpe de
calor se genera cuando una persona experimenta elevación de la temperatura
corporal entre 38 y 42º C con imposibilidad de regularla y volverla a niveles
normales, lo que representa un riesgo potencialmente letal.
El registro de la temperatura corporal puede estar
enmascarado por la variabilidad de cada individuo, el uso de fármacos o alguna
particularidad del momento en que ésta fue tomada. Por ello, no hay que subestimar temperaturas
desde los 38º C.
La hipertermia no compensada, por disfunción de los
mecanismos reguladores, genera entonces afectación sistémica multiorgánica.
¿Cómo
funciona la termorregulación?
La función termorreguladora del propio organismo está
controlada por el sistema nervioso central.
Cuando se detectan altas temperaturas corporales, se
disparan mecanismos como el aumento de la frecuencia cardíaca y el volumen
latido/minuto, el aumento de la frecuencia respiratoria, la vasoconstricción de
las vísceras y la vasodilatación cutánea tendiente a incrementar el sudor de la
piel.
Si estos mecanismos fallan, disminuye la tasa de
sudoración, el cuerpo no puede “refrescarse” adecuadamente y se genera daño en
los diferentes órganos y sistemas: ruptura y necrosis muscular, daño renal,
afección cardiovascular, pulmonar y endócrina, degeneración neuronal, isquemia
intestinal, alteración sanguínea y electrolítica.
¿Cuáles
son las causas de la hipertermia?
Algunas de las causas pueden ser por:
- Aumento de la producción de calor: fiebre, ejercicio
físico, otras.
- Disminución de la pérdida de calor: altas
temperaturas ambientales, falta de aclimatación, deshidratación, hipopotasemia,
alcohol, otras.
Los niños y
los ancianos son más propensos a la
ocurrencia de estas descompensaciones.
Por otra parte, los deportistas se ven afectados debido a que los músculos activos
generan mayor producción de calor metabólico que junto con una temperatura
ambiental y/o humedad elevada pueden contribuir a la falla de la
termorregulación.
¿Qué
síntomas tiene el golpe de calor?
Algunos son:
- Malestar generalizado.
- Dolor de cabeza, mareos, confusión, desorientación.
- Aceleración del ritmo cardíaco, dificultad para
respirar.
- Debilidad en músculos, calambres.
- Vómitos.
Consejos
que ayudan a prevenir el golpe de calor
- Mantener una buena hidratación a base de agua: 8
vasos los días que no se realiza actividad física y 12 los días que si se
realiza.
- Utilizar bebidas deportivas cuando la actividad
física supere la hora (plan de hidratación individualizado).
- Realizar una alimentación saludable adecuada a cada
uno, con la recomendación general de llegar a las 5 porciones entre frutas y
verduras por día (excepto condiciones médicas que lo contraindiquen).
- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas en las
comidas cercanas a la actividad física. El resto de los días también se
recomienda evitarlas, y en el caso de consumirlas hacerlo con moderación (2
medidas para los hombres y una medida para las mujeres y hombres de contextura
pequeña).
- Evitar ambientes calurosos o con falta de
ventilación.
- Procurar usar ropa de colores claros y de texturas
finas y frescas.
- Realizar actividad física en las primeras horas de
la mañana o cuando baja el sol.
Desde Equipo
Nutricional te ayudamos a prevenir los golpes de calor y te deseamos un muy
feliz 2019.
Por Vanesa Ansotegui
Nutricionista
de Staff de Equipo Nutricional
Lic.
Nutrición M.N. 8982
“Nutrición Adecuada”
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